miércoles, 30 de diciembre de 2015

Un marafariñesco año



Si bien es cierto que nunca me ha gustado hacer estos balances de final de año, aquí estoy, torturándome ante la página en blanco, con la cabeza un poco embotada y los sentidos disparados. Posiblemente sea una de las semanas más duras del año para muchos, prácticamente todos. Parece que se nos obliga a mirar hacia atrás y, sobre todo, hacia adelante. Pero no sabemos lo que hay delante, por muchos planes que hagamos. Tal vez lo mejor sea cerrar los ojos y dejar que las horas transcurran.

Pero este año, este 2015, que da sus últimos coletazos y está apunto de quedarse atrás, ha sido un año importante para mí, sin lugar a dudas. Ha sido el año en el que, al fin, di por cumplido un sueño que llenaba (y sigue llenando) mis venas, que impulsa mis latidos y formó parte de mi aliento desde mi más tiernos años. Ver culiminada mi querida Marafariña, verla publicada, saber que está siendo leída, acogida y también amada por otros lectores es un gozo que difícilmente puedo describir. Cómo ha dolido y cómo he sufrido con ella, y cuánto me ha devuelto. Casi me he dejado parte de mi vida en ella, pero me la ha devuelto con creces.

¿Y ahora?

Marafariña es infinita, y aún a día de hoy no deja de darme y de darme. Y vosotros, los que estáis al otro lado de mis letras, con tanto calor y tanta calidez. Es increíble la cantidad de personas maravillosas, de amigos, que he conocido a lo largo de este año. Ha sido como una explosión, una luz en mi vida. Siempre me sentí muy sola en la literatura, la escritura era silenciosa, casi clandestina. Como he dicho en más de una ocasión, no tenía muy claro de tener la valentía suficiente de publicar Marafariña... pero vosotros me habéis arrancado el miedo, me habéis empapado de valentía y os lo debo todo, todo. Todo a los que me habéis enviado mensajes tan hermosos, a los que habéis comentado en Amazon, los que me enviáis audios por el móvil y llenáis mi muro de imágenes preciosas. Vosotros los que estáis más cerca, que me habéis visitado en mi trabajo y me habéis dado las gracias por mi libro... cuando soy yo, solo yo, la que os tengo que estar agradecida.

Sí. Creo que he crecido mucho este año, creo que me he quitado muchas espinas, muchas torturas, muchos fantasmas. Creo que me he liberado al fin, como si al acabar Marafariña, esa parte también hubiera acabado. Quizás, y a pesar de todo lo malo que han dejado estos doce meses, ha sido uno de los años en los que me he entendido y comprendido , uno de los años en los que Miriam ha cambiado completamente.

Marafariña y su marafariñesca fuerza ha llenado mi año. Y solo pienso en continuar.

En 2016 espero que, literariamente, pasen cosas increíbles. Espero que el balance dentro de un año sea incluso mejor que este. Y, espero de verdad, poder seguir siendo fiel a mí misma.

Y olvidad, queridos míos, que todas las horas mueren.

Marafariñesco Año.


martes, 29 de diciembre de 2015

#LITERATURA: Cicatriz, el baile de una obsesión // ****





"Cicatriz" llamó mi atención de inmediato, a pesar de que nunca había oído hablar de ella ni conocía a Sara Mesa, la autora de la obra. Tal vez la sinopsis, o tal vez una portada poco específica,  un latido inconsciente. No lo sé, pero me sumergí en la extraña y turbia historia que se presentaba ante esas páginas.

Desde luego que no se trata de una novela común, lo que la convierte en una explosión literaria especial. No radica en ella su belleza ni la grandilocuencia, pero si hay que destacar un entresijo narrativo complejo en su justa medida, y un desarrollo paulatino de los dos personajes principales, Sonia y Knut, entre los cuáles se crea un vínculo que es discutible desde varias perspectivas. ¿Amor? ¿Amistad? ¿Obsesión? Resultaría muy complicado de definir.

El inicio de esta relación tan peculiar comienza en un foro literario, en el que la protagonista de la historia mata las horas de su jornada laboral, tediosa e interminable. Después de un tiempo termina abandonándolo, pero sigue enviándose emails con Knut, uno de los usuarios más cultos y extraños del sitio web, que parece sentirse muy atraído por el intelecto y las posibilidades literaria de Sonia. Lo que comienza con un simple envío de libros robados, termina siendo una auténtica obligación por ambas partes, entrando en un juego extraño del que les resulta imposible salir.

Ahonda la autora en las relaciones idealizadas que se fecundan en Internet, en cómo la psicología de las personas puede desbordarse, llevarle a vivir vidas que no son las suyas, sentirse obligado a ceder, a convertirse en un objeto. Refleja, también, la contradicción intrínseca, el ser de una forma y de la otra, el querer y odiar por partes iguales. Realmente, se trata de un ejercicio fascinante y digno de su lectura que, además, es trepidante y fluida.

domingo, 27 de diciembre de 2015

#CINE: Carol, o el precio de la sal // *****



De la novela de la autora de "El talento de Mr. Ripley", Patricia Highsmith que publicó "Carol" (El precio de la sal) bajo un pseudónimo por su temática, cuya editorial no aceptó en un primer momento: la trama se centra en un romance lésbico intergeneracional. La historia que la misma autora cuenta en el prólogo de las ediciones posteriores cuando, al fin, su editor le permitió firmar la obra con su nombre y apellido, es tan atractiva e increíble que no puede más que acrecentar la leyenda tras esta obra tan brillante, atrevida y diferente.

Solo cabe preguntarse por qué se ha tardado tanto en adaptar a la gran pantalla, por qué se ha tardado tanto en darle una oportunidad a esta historia cargada de desafíos, de tensión, de amor del que explota, de belleza y de crudeza. Tal vez los prejuicios, tal vez es que todavía son temáticas difíciles de digerir para el cine. Lo único que parece claro es que fue la aclamada "La vida de Adele", ganadora del prestigioso premio de Cannes, lo que empujó a Todd Haynes a presentar "Carol" al festival, pues parece que el romance entre dos mujeres promete cierta gloria en las pantallas. Y no se ha equivocado.

Mucha era la expectación de los amantes del cine y también de la literatura entorno a cómo sería la adaptación de la novela. Creo que el conocer quiénes interpretarían a las actrices principales fue una absoluta maravilla: Cate Blanchett como "Carol" en la que probablemente sea una de las más bellas y frívolas interpretaciones de su carrera; y la adorable y extraña Rooney Mara, que interpreta a la joven Therese. La definición de ambas mujeres es clave para comprender la profundidad de la historia. Carol es una mujer atada a un matrimonio del que quiere huir, con una hija bailando entre ambos lo que la sitúa en una tesitura delicada. Sofisticada, llamativa y rodeada de cierta amargura, acude a los grandes almacenes donde trabaja Therese sin mucho afán, una muchacha de mirada despierta y de pocas palabras, que encontrará en los ojos de esa mujer rubia con guantes un frente abierto desconocido hasta entonces, que llenará de estrellas su anodina rutina.

El desarrollo del film es peculiar, y me ha encantado. Ambientada en los difíciles años 50, parece estar grabada también en aquel entonces. Planos alejados, cortados en repetidas ocasiones. Carreteras interminables y cielos despejados. Hay muchos silencios, pero también una poderosa Banda Sonora para acompañar las múltiples escenas intensas e inolvidables en nuestras retinas y en nuestros corazones. 

Pero sin lugar a dudas, donde recae el alma de la actuación es en los diálogos, que también hablan con las múltiples miradas entre las actrices, que tienen una química innegable y tierna. Muy tierna. Más allá de la tensión sexual, es puro cariño, de ese que no se desea tener pero que es más fuerte que cualquier otra cosa. Ambas mujeres están perdidas, y buscan encontrarse la una en la otra, pero tal vez eso sólo las empujará a un laberinto más negro y más oscuro.

La homosexualidad en los años 50 casi podía considerarse un delito, una repudia social a lo que ambas deben enfrentarse. Los fantasmas y los demonios andan cerca, despertarse y comprenderse a una misma no resulta sencillo. El guion parece comprender a la perfección este extraño y fascinante viaje personal, que puede equiparse al largo viaje en coche hacia ningún lugar en concreto. La delicadeza y la belleza están servida, con mucho cariño y mucha verdad. La sencillez no está reñida con la gran profundidad y complejidad real de "Carol".

Simplemente brillante y bella esta joya del cine. Una fiel interpretación de la novela de Patricia Highsmith que, sin lugar a dudas, es una de las grandes apuestas del cine que abre nuevos frentes. 

Gracias por estas películas tan necesarias.


sábado, 26 de diciembre de 2015

#CINE: La visita, un entrañable fin de semana en la casa de los abuelos // ***1/2


No soy gran seguidora del cine de terror, pero M. Night Shyamalan suele tener algo interesante que decir en los films que acumula a sus espaldas (con algún pinchado, tal vez, aunque, como todo, esto es discutible). Las críticas le han llovido, muchos la han etiquetado como estafa, han salido en mitad de la proyección y demás. Hace ya unos cuantos meses que en el cine en el que trabajo estrenamos "La Visita" con grandes expectativas y muchas decepciones. Sí que es cierto que esta fue la principal razón por la que me demoré tanto en verla. Pero las tardes de diciembre en casa y con gatos en el regazo invita al séptimo arte.

El formato de la película es el mismo que "REC" y "Monstruoso". Es grabado en primera persona por un vídeo-aficionado, de parte de la 'nieta', uno de los adolescente protagonistas que, junto con su hermano pequeño, quiere grabar un documental casero sobre sus abuelos, a los que van a conocer por primera vez, en un solitario pueblecito ganadero lleno de soledad.

El terror negro-gris y repentino, con sustos bien colocados, situaciones esperpénticas y aterradoras, que nos hacen recordar las noches oscuras de nuestra infancia atormentados por visiones bajo las mantas. Los tiernos abuelos parecen sufrir ciertos desajustes mentales por las noches que les llevan a mostrar actitudes estrafalarias y tétricas. ¿Quién no tendría miedo al ver a una tierna anciana con el pelo canoso cayéndole sobre sus carnes desnudas mientras araña la pared? Y no podemos olvidar el toque de Shyamalan, la comedia en medio de este panorama.

La película es entretenida, con un buen ritmo, interesante, que mantiene al espectador en vilo, con la tensión ahogada de forma acertada. Una forma de grabar diferente y unos actores jóvenes nuevos que aportan frescura a la pantalla, con mucha naturalidad, tal y cómo serían ellos mismos en una situación similar.

Querría limpiar las críticas de la película, que creo que es bastante inteligente y original.

Nadie te querrá como tus abuelos



miércoles, 23 de diciembre de 2015

#CINE: Sufragistas, la lucha por el voto femenino // ****



El fin de semana de las Elecciones Generales en España se estrenaba "Sufragistas" en las salas de cine (tal vez algo deliberado). Una película enfocada desde la cruda y trágica lucha que sufrieron las mujeres británicas sufragistas en los albores de la Primera Guerra Mundial.

El reflejo de la situación tan anulada, tan gris, tan vacía de las mujeres esclavas nos hace reflexionar sobre dónde estábamos y a dónde hemos llegado (y a dónde hemos de llegar). Mujeres esclavas de sí mismas, de la sociedad, de los hombres, de sus maridos, de sus trabajos, de sus hijos, de su destino ineludible. Es escalofriante y rompedor el pensar que millones de mujeres en todo el mundo han vivido así sus vidas y, por desgracia, siguen viviéndola. 

El film es como un nudo ahogado en la garganta que encoge el corazón. Tal vez no es brillante, no es una gran obra maestra como se predicaba, pero es tan importante y vital que sea vista y que sea comprendida, es tan importante para nuestra sociedad y nuestro conocimiento, esta rememoración del pasado, que es como una bofetada real y cruda.

El tono cenizo y apagado de extiende por las calles de un Londres sumido en la penuria. En sus callejones, en sus sombras, un grupo de mujeres trabajadoras y hartas de su realidad, luchan por los derechos que el Gobierno, que el mundo, se empeña en negarles. El drama está servido, pero también la crudeza de la valentía y del coraje que brilla en la mirada, una mirada empañada por todo lo que hay que sacrificar en el camino de la lucha.

Tenaz, realista, ahogante, "Sufragistas" es una de estas películas sobre la historia de las personas que deben ser vistas.

sábado, 19 de diciembre de 2015

#LITERATURA: "Sputnik, mi amor" o la noria maldita y la mujer con el pelo blanco // *****



Leí a Murakami de casualidad, por una insistente recomendación para sumergirme en la novela "Los años de peregrinación del chico sin color" y lo cierto es que estaba anhelante de poder conocer otra historia del autor, dado el absoluto sentimiento que desbordaban sus letras, esa condensación de los personajes, esa realidad latente de lo allí narrado. Trágico, sí, pero tan hermoso que dolía.

"Sputnik, mi amor" es todavía mejor, todavía más. Una novela con tintes muy filosóficos, dotada de una gran carga metafísica y, además, centrada en el proceso creativo de la escritura. Sí, ese del que tanto nos gusta leer a los que hacemos amago de escribir. 

Sumire, una esperpéntica joven que ha dejado todo por dedicarse a su pasión literaria, conoce a Myû, una mujer casada y enigmática. Las circunstancias se precipitan y, casi sin darse cuenta, se encuentran embarcadas en un viaje por Europa que, sin dudas, cambiará sus vidas para siempre.

Creo que es sencillo catalogar el tema principal de la obra: el amor. Pero no sólo el amor romántico, sino el amor por lo que se crea y lo que se desea, el amor por una bonita ciudad y por una gastronomía exquisita, el amor por la música, por la soledad y por el recuerdo. Ese amor del que tanto nos habla Murakami, hablando por boca del protagonista, a veces ajeno a la trama, otras inmiscuido en ella como un ajeno deseoso de obtener algo más que ser un simple espectador.

Poca importancia tiene que se trate de un triangulo amoroso, porque lo importante a destacar de "Sputnik, mi amor" es su narrativa, tan poética y tan exquisita, plagada de metáforas y de diálogos deliberantes y hermosos. De ideales y silencios. Semeja ser un experimento extraño, con un desarrollo complejo que rompe las normas del espacio tiempo. Y sí, por supuesto, es pura hermosura, pura literatura que se convierte en oro, del que reluce de verdad.

Podéis comprar "Sputnik, mi amor" pinchando aquí

miércoles, 16 de diciembre de 2015

#CINE: La novia, bodas de sangre: belleza // *****



Qué me pregunten por qué me enfado cuando alguien dice que el cine español no es bueno, que no lo ven, porque no lo sienten, porque no tiene calidad, ni medios, ni efectos especiales. Que la música no es buena, que no entretiene. Que no tiene vida, ni alma.

Qué me pregunten por qué me enfado cuando las taquillas de los cines se desbordan ante estrenos comerciales que no son buenos, que no se sienten, que no tiene calidad, pero sí medios y efectos especiales. Y la música viene de la mano de los artistas con más éxitos en las listas de ventas. Pero no tienen vida, ni alma.

Qué me pregunten por qué amo el cine, y qué me pregunten por qué he salido ayer enamorada de "La Novia", de la soberbia dolorosa de Inma Cuesta, de la hermosura brillante y pura de todos y cada uno de sus fotogramas, del recitar de los versos de García Lorca, hasta de sus silencios sepulcrales, de las miradas cristalinas, de los sentimientos que agujerean la piel. Qué me pregunten qué me ha parecido la adaptación al cine de Bodas de Sangre de Paula Ortiz, y diré que todavía no puedo asimilarla en su plenitud.

Desde que comenzó la proyección hasta finalizar, a duras penas pude moverme de mi asiento. Y fue un sentimiento generalizado entre los escasos espectadores que allí estábamos, desterrados en una sala pequeña y sin demasiada afluencia. Pero a nadie le importó, porque los que estábamos allí íbamos a recordar la razón por la que al cine se le llama "El Séptimo Arte".

Derrama sobre el suelo arenoso, lleno de barro y cenizas, tal hermosura, tal belleza, tal desasosiego que mis cinco sentidos no llegaban, no alcanzaban, para disfrutar de esa sintonía de actuación, de guion, de musicalidad, de escenas lentas, de escenas rápidas. De primeros planos y de la lejanía del horizonte sofocado. Y una novia espectacular, una Inma Cuesta que se consagra de nuevo, después de "La voz dormida", pisando la pantalla y devorando los secretos de la actuación. Una gran promesa, que está viva y otorga latido y alma a este film tan maravilloso e inolvidable.

Es un tributo al teatro, a la poesía, a la literatura. Todo esto llevado al cine como nunca antes se hizo, todo esto realizado con un amor real que emociona y que mueve todo dentro. Paula Ortiz se ha atrevido a hacer algo distinto, algo nuevo, algo visionario. Y ha brillado en todo su esplendor, ha cambiado, como lo hizo "La vida de Adele", la concepción del cine conocido hasta entonces, ha surcado un nuevo camino poco explorado que, espero, otro tomen su ejemplo y pueda volver a deleitarnos de tal forma.

Belleza, sin más.



lunes, 14 de diciembre de 2015

#COLUMNA-OPINIÓN: El amor y otras enfermedades incurables



La vida gira entorno a él, como un bucle infinito. Es lo que otorga magia a las trivialidades, lo que nos hace correr sin desfallecer y lo que nos permite seguir adelante a pesar de todo. Desde muy jóvenes, desde que nuestros latidos aún son tiernos y lucimos esa inocencia cristalina en la mirada, caemos en las redes, en las garras, los pétalos y la incertidumbre de amar. Y, si tenemos suerte, lo hacemos sin etiquetas, sin restricciones: con pureza, dejándonos llevar y sin temer ni pensar en las consecuencias. Quizás todavía no conozcamos el dolor y el llanto más agudo que existe, quizás todavía sólo sabemos sonreír dulcemente. Y mirar a los ojos y decir "te quiero" sin importar nada, porque somos soñadores, y soñadoras. Un día cogemos ese tren, ese avión, ese coche, y nos vamos sin mirar atrás buscando abrazar la vida.

El amor adolescente, o el amor joven, el primero o el segundo. O los primeros. Ese es del que hablan los libros, las canciones de amor y las películas. Ese es el que marca nuestra alma y latidos como sangre hirviendo tatuada en nuestras venas. El que nos enseña lo que es de verdad querer sin mesura ni contenido, porque nuestra razón no quiere existir todavía. Queremos besar, queremos abrazar, apenas hay nada más que puro cariño desenfrenado. Daríamos la vida por un minuto más, lo sacrificaríamos todo por un segundo más ahí, agarrando esa mano candente sobre la almohada en soledad. Esa soledad que, en esos años, es un lujo difícil de conseguir. Buscamos una madriguera como los animales del bosque, como los animales de Marafariña.

Se le eleva (al amor, siempre hablamos del amor) al nivel máximo de los motivos y movimientos de la vida humana, ésta tan anodina, tan frenética y tan carente de musicalidad. Es como la religión, como las creencias espirituales, aquello que nos rescata de nuestra efímera existencia. Y nos hunde, porque cuando este hechizo se rompe, explota, te dice adiós sin palabras, el corazón (aún adolescente) se quiebra para no volver a ser el mismo jamás, para no volver a soñar sin conciencia, para no volver a confiar en los saltos al vacío. Cuando esa mano en la almohada se queda sola e inerte, y ya nadie te va a acariciar mientras te mira dormirte.

Pero el amor es infinito, y no termina nunca. Aunque cuando vuelve es diferente.

La madurez nos enseña a amar, porque caminamos mirando las huellas que dejamos y la que otros han dejado. Tenemos miedo a sufrir, a dar demasiado y a que nos vuelvan a hacer sangrar. Los pulmones están infestados de dudas, y el hígado nos da pinchados de prudencia. A veces las pesadillas te recuerdan a una vez (o dos, o incluso tres) en las que era un niño que amaba con los brazos abiertos, pero ahora sientes que la existencia ha dejado demasiados mordiscos en tu piel.

El amor de ahora, el actual, real o no, nos otorga tranquilidad, sosiego y abrazos por la noche. Amas, sí, amas con fuerza y vitalidad, pero te amas más a ti mismo. Y tus sonrisas no son tan reales, porque están colmadas de la tristeza pasada. Incluso has aprendido a mentir. A veces no tienes ganas de besar, ni de abrazar. A veces, el cansancio puede más que todo lo demás. Pero ya no lloras tanto, solo suspiras mientras conduces de vuelta a casa. No te puedes derrumbar, porque sostienes muchos pilares. Los sueños son para otros, no para ti.

Pero mira.

Llegas, y hay calor en casa. Y alguien ha preparado pescado a la plancha y ha servido dos copas de vino. Dejas en el felpudo el malhumor y las ganas de llorar por la impotencia de la vida. Tienes miedo, pero al mirarle a los ojos quieres olvidarlo. Un beso muy veraz, más que cualquier otra cosa. Y un abrazo, a veces más largo de lo habitual. Y de repente te recuerda que te quiere, y la felicidad te colma.

Sigues enferma de amor y de vida, pero haces cómo que no te importa. 

viernes, 11 de diciembre de 2015

#LITERATURA: Cuatro muertos más para el desierto, un thriller poco común // ***1/2



Interesante, cuánto menos, la historia que se esconde tras las páginas de "Cuatro muertos más para el desierto", novela que fácilmente podemos enmarcar como una novela negra con tintes históricos, centrados en los últimos meses del régimen franquista y la Marcha Verde.

La historia comienza a engranarse con capítulos no demasiado extensos, entorno a varios personajes que interactúan entre sí, destacando en ellos dos: el joven Tomás Correa, un estudiante que ve su presente interrumpido de forma atroz cuando disparan a su padre; y Alberto Correa, padre del muchacho, del que vamos conociendo más detalles en narración retrospectiva, destapando poco a poco el velo del misterio que envuelve su figura.

El ingrediente fundamental es la intriga, pero no es el único. Me resulta atractivo que el libro se centre en los últimos coletazos del régimen dictatorial, de forma bien documentada, por cierto y bien reflejada. Tan bien que casi se puede sentir el ambiente de extrañeza y desconcierto que los ciudadanos españoles sufrieron y disfrutaron en aquel entonces (no tan alejado). La España gris, la Barcelona ruidosa y silenciosa al mismo tiempo, es un escenario idóneo si sabe cómo utilizarse. Y el autor, Christopher Pollinini sí que puede presumir de saber hacerlo.

La familia también es otro tema a destacar o, mejor dicho, el secretismo y las máscaras entre unos y otros. Tomás, mientras su padre se debate entre la vida y la muerte, debe enfrentarse a las mentiras, a la doble vida, a un juego extraño, por parte de su tía de la que comienza a sospechar desde los primeros instantes. Inexperto e impulsivo, el estudiante debe convertirse en una especie de detective improvisado si quiere llegar al fondo de la cuestión.

Los personajes femeninos de la obra tienen su importancia, pero no brillan demasiado, y tal vez es un lastre que algunos autores masculinos siempre arrastran. Es complicado, en efecto, desarrollar la mente de las mujeres, compleja y extraña en ocasiones, más profunda de lo que se puede llegar a imaginar. Pero creo que son papeles fundamentales a los que hay que otorgarles la relevancia merecida, el coraje que sin lugar a dudas las figuras femeninas siempre muestran en situaciones extremas.

La calidad literaria es innegable. Las descripciones son minuciosas y hermosas. El desarrollo de los hechos sigue un guion pulcro que se esclarece a la perfección sin dejar cabos sueltos. En definitiva, una novela más recomendable para los entusiastas del género.


miércoles, 9 de diciembre de 2015

#CINE: I ORIGINS, la belleza de los ojos // ****



El cine es una curiosa forma de leer historias, sobre todo historias con protagonistas que engloban tanta verdad y tanta belleza en las emociones fulminantes que a duras penas pueden ocultar tras sus cristalinos ojos, esos tan plagados de hermosura y realidad. 

"I Originis" u "Orígenes" en su título en castellano, es una película más compleja de lo que parece en un primer instante, aunque no por ello complicada de ver y de asimilar. Baila entre la ciencia ficción ligera, la filosofía más clásica y los lazos del romanticismo. También es pura poesía, con un guion desarrollado con cuidadosa delicadeza, plagado de diálogos fuertes y silenciosos (algo complicado de comprender, pero que cualquiera que vea el film entenderá a qué me refiero). En ocasiones, de hecho, semejaba que cada uno de los fotogramas componían un oscuro baile desconocido, como si el elemento ciencia-azar-voluntad fueran un elemento unido que zarandea la vida sin miramientos ni consideraciones de ningún tipo.

El protagonista es Ian, un bohemio e intelectual estudiante de biología molecular, cuya investigación se centra en el globo ocular. Una noche confusa conoce a una misteriosa mujer con el iris multicolor. Desde ese momento, y con la ayuda de una becaria perspicaz de primer año de carrera, comienzan a sucederse una serie de descubrimientos que podría determinar el origen, no tan sólo del ojo, sino también de la propia humanidad.

El trasfondo religioso está servido en bandeja y, como siempre, nos lleva a un callejón laberíntico cuyo final se convierte en una paradoja. La teoría de la reencarnación choca con el creacionismo, y con la propia ideología de Ian, en la que solo cabe lo 100% demostrable ante sus ojos, esos que tanto lo obsesionan. Se crea un bucle, una espiral de ideas, los acontecimientos se precipitan sin que él pueda hacer nada por detenerlos, y se convierte en su propia víctima de la teoría del caos, ese Big Bang explosivo que, por otra parte, le permite 'crear' (o mejor dicho, descubrir) algo asombroso.

El debate está asegurado. Adoro este tipo de películas plagadas de inquietudes, que reportan tanto conocimiento y enseñan tantas cosas, a la par que se tratan de un entretenimiento poderoso para mentes despiertas. La inmortalidad, véase, la transformación de la vida, es una temática los suficientemente atractiva, que genera a su vez demasiadas cuestiones a las que todos, en mayor o menos medida, deseamos conocer la respuesta. "Orígenes" pretender dar algunas de ellas, y tal vez lo consiga.

El reparto es muy acertado, amoldado a su papel, con interpretaciones fieles y creíbles. Los fotogramas son bellos, como ya he destacado, el desarrollo de la trama es trepidante, entretenido y ágil. La Banda Sonora acompaña de manera muy acertada a ese cúmulo de ingredientes cinematográficos que, de vez en cuando, nos recuerdan que el cine sigue siendo un arte vivo, aunque algunos directores parecen haberlo olvidado.

Consulta aquí su ficha en filmaffinity

jueves, 3 de diciembre de 2015

#LITERATURA: En el punto medio del corazón, la delicadeza de Carol Munt // ****


Leer "La promesa" me cautivó, la obra forma parte de mis libros favoritos e inolvidables. El descubrimiento de la historia de Ángela me hizo incluir otros títulos de Carol en mi interminable lista de lecturas y adelantarla todo lo posible. Estaba deseando volver a saborear y descubrir una nueva historia.

Carol Munt no es una escritora habitual ni común. Se sale de todos los cánones de la literatura indie conocida, como si ella misma hubiera creado una vertiente nueva y diferente, que no es sencilla de ubicar ni de definir. Pero sí que puedo señalar algo sin lugar a dudas: es una escritora imprescindible. Si tuviera que destacar dos características de su escritura diría que se trata de una narración interior, desde el punto de vista más interno e íntimo de la protagonista absoluta que parece anhelar cerrarse a todo lo demás; y el punto de vista femenino por excelencia (que no feminista).

Estas dos facetas también las vi reflejadas en su anterior novela y en "El punto medio del corazón" parecen acentuarse. Me resulta muy curioso el desarrollo de la psicología de la protagonista, clave para la autora, y sobre todo, la forma que tiene de reflejarlo. Además de estar narrado en primera persona, lo hace de una forma tan "interiorista", como señalaba, que parece que si nos esforzamos podemos ponernos en su propia piel y contemplar, y sentir, las circunstancias tal y como ella las está viviendo.

Ella es Emma, una joven de veinticinco años que está embarazada y cuyo novio la ha abandonado a su suerte. En esta tesitura, con un trabajo mal remunerado de camarera, sufre un parto prematuro y su hijo, Luca, nace con graves problemas de salud. Despida del trabajo y sin un lugar al que ir, acepta la oferta de Sabal, un inmigrante indio que le ofrece una jugosa suma de dinero a cambio de contraer matrimonio con él.

Es curiosa la trasmutación que sufre Emma cuando decida lanzarle al abismo, por y para garantizar un futuro digno y tranquilo para su hijo. Debido a su evidente juventud, y a la ausencia de familiares que le supongan un apoyo, la fortaleza que la joven debe sacar de su corazón, de su alma, es abrasadora. Y maravillosa. 

Aquí encontramos otro punto en común con Ángela que ya casi parece convertirse en un punto recurrente y torturador para la escritora: los lazos familiares rotos. La difícil relación con sus padres, sobre todo orientado a la figura materna, plagada de recuerdos muy crudos y difíciles para Emma que no se siente ni capaz de rememorar. Además, la amistad con Maia, una compañera del trabajo, también sufre un fuerte altibajo, situación similar a la que se puede leer en "La promesa". La familia y la amistad parecen, para la escritora, puntos delicados y difíciles de sostener, reflejados con mucho acierto y sin caer en el drama fácil. Más bien, reflejados con la pura y dolorosa verdad.

La literatura de Carol Munt es un arte difícil de igualar y de imitar. Puramente profesional y hermosa, delicada y cálida. Detalles cuidados al mínimo y tono pausado, que no lento. Denota unas letras entregadas, escritas desde el alma y con verdad. Tal vez por eso es que sus páginas te atrapan sin soltarte de ningún modo.




miércoles, 2 de diciembre de 2015

#CINE: Los Juegos del Hambre IV, la leyenda del Sinsajo toca su fin // ***1/2



Su predecesora, Sinsajo Parte uno, se trata, sin lugar a dudas, de un film con una calidad sobresaliente, que brilla no solo dentro de las Sagas  Distópicas, sino también en el marco de las películas de Ciencia Ficción y del cine en general, tratándose de una de las apuestas más fuertes y atractivas que la cartelera del año 2014 regaló a los cinéfilos más exigentes. 

Cabía esperar mucho de la última entrega de la original y dinámica saga de 'Los Juegos del Hambre', a pesar de que quién haya leído los libros sabría que esto sería complicado, ya que el cierre literario no había sido muy brillante. Todas las expectativas y esperanza en rescatar ese guion un tanto torpe y atropellado estaban puestas en Jennifer Lawrence, cuya personalidad en la pantalla es tan desbordante que su fuerza, su carisma y su talento han sobresalido con creces en cada una de sus apariciones (cuanto más si la película se puede saborear en su Versión Original).

Creo que Sinsajo 2 cumple con su cometido, pero sin brillar ni causar una impresión fuerte en el espectador poco conformista, y tal vez decepcione un poco a los fans de la Ciencia Ficción, porque es un ingrediente que se diluye demasiado en esta taza de café amargo. Casi podría decir que el género que más destaca es el bélico, convirtiéndose por momentos en una versión alternativa de 'Salvar al soldado Ryan' (salvando las distancias, por supuesto). He de decir que las partes más guerreras me han resultado repetitivas, poco desarrolladas y muy catastróficas.

Con este telón de fondo arranca el capítulo final: un Panem devastado, peligroso y apocalíptico. El film es gris, muy negro. Transcurre en su mayor parte con rostros pálidos, ojerosos y asustados. El miedo es palpable en este Estado de Guerra peligroso, donde las muertes de civiles se cuentan por millares, la traición está a la orden del día y no hay de quien fiarse. Da la impresión de que todo esto baila alrededor de la indiscutible protagonista Katniss Everdeen, que aparece con cierta indiferencia y una determinación ya común en ella. Un personaje que, en esta entrega, se muestra demasiado muda en comparación con la garra ardiente (en llamas) que mostró en anteriormente. Tal vez nuestro Sinsajo se encontraba desencantado. O tal vez sus pensamientos eran demasiado abrumadores.

Peeta Mellark hace su aparición como chico torturado, desequilibrado, que provoca una compasión irrefrenable cada vez hace su intervención, un tanto repetitiva y poco evolucionada. Diré que el actor parece haber madurado mucho, sus rasgos se han vuelto más adulto y su seguridad es más patente. He visto buena química con Josh Hutchersonl y Jennifer Lawrence.

Lo más llamativo y aplaudible de la película es sin duda, un final apoteósico, duro y épico del que es imposible escapar. Si el ritmo del film es tedioso, repetitivo y abrumador, durante los últimos cuarenta minutos se convierte en algo trepidantemente crudo. El drama catastrófico inunda la pantalla, las atrocidades de la guerra, la maldad y la traición desfilan frente a las pupilas de la dos veces ganadora de los Juegos del Hambre, mientras el horror va destrozándola poco a poco. 

Creo que 'Los Juegos del Hambre' es una saga digna, decente y muy recomendable. Ahonda en temas tan importantes como la sociedad y la política. Una serie madura y adulta, con una fuerte y dura crítica. Rompiendo tópicos y con una feroz y brillante protagonsita femenina.

Katniss es, sin lugar a duda, el mejor sinsajo a seguir.


Consulta aquí su ficha en filmaffinity

jueves, 26 de noviembre de 2015

#LITERATURA: La hija del dragón: cruda, prohibida, oscura y brillante // ****



La ganadora del concurso de Amazon del 2015, rodeada por abrumadoras críticas que la aclaman, con una trama controvertida y poco comercial. "La hija del dragón" no es una novela cualquiera, desde luego que no. 

Es complicado definirla y hacerle justicia a lo que realmente es, sin caer el morbos fáciles y en la crítica visceral más absoluta. Pero para empezar es necesario subrayar que la novela es fruto de muchos años de trabajo por parte de su autora, una sevillana llamada Myriam Millán, fruto de una documentación exhaustiva a conciencia y de, sobre todo, esconder el miedo y escribir sin tapujos sobre un tema poco agradable y comprendido por la sociedad, pero que es muy real, aunque no seamos, o no queramos, ser conscientes de ello.

Y aplaudo esta controversia, y esta valentía de la autora. Y también me alegra que haya sido este título en ganador de un concurso muy reñido. He leído a cuatro de los cinco finalistas y, por supuesto sin desmerecer al resto, entiendo y comprendo la razón por la que la dragona se ha alzado con la corona y ha llenado de llamas un concurso prestigioso y plagado de oportunidades. Digamos que Myriam ha echado a volar de esta forma.

Pero centrándonos en el tema. ¿De qué trata? No me gusta hacer un resumen de la obra en las reseñas, pero es necesario mencionar su complejidad. La obra se desarrolla siguiendo tres hilos argumentales. El primero nos hace viajar al año 1600, la oscura Edad Media, en la época de la leyenda de la condesa Erzsébet Báthory, hartamente conocida por sus rituales sanguinarios en busca de la eternidad. El segundo nos transporta a la actualidad, Emmanuel se involucra en la investigación de un tétrico caso que parece estar relacionado con oscuras técnicas de "vampirismo" en las que se sacrifica a jóvenes sin piedad. Y el tercer hilo, el más escalofriante y crudo, nos transporta al interior de una de esas organizaciones, como si tuviéramos el privilegio de contemplar todo tipo de atrocidades sin mancharnos las manos: Lara, una joven terminal, es capturada y elegida para llevar a cabo terribles rituales que pretenden desafiar las leyes naturales.

Los personajes son variados y ricos. La autora ha prestado especial interés en desarrollar y crear personalidad de acuerdo con sus necesidades. Y yo aquí quiero mencionar a Natalia, que me ha parecido una figura femenina muy compleja, muy fuerte y muy difícil de comprender. 

Pero no nos engañemos, el verdadero corazón oscuro, el alma negra, de la obra, son las escenas (muy habituales) de escalofriantes y crudas torturas, narradas con todo tipo de detalles y realismo, fuertemente visuales, intensas. Su lecturas es difícil, mucho. A veces es complicado leer todo un párrafo sin tener que apartar la mirada y tomar el aire. El corazón se me encogió en muchísimas ocasiones en el transcurso de la obra. Y Myriam no da demasiada tregua al descanso.

La novela está estructurada en capítulos más o menos breves, que van desvelando diferentes partes de la trama, como he dicho, muy compleja pero sencilla de seguir. El ritmo es trepidante, desde luego que lo es. Y la técnica literaria de la autora es muy acertada, con una narración muy cercana pero bien pulida, con la extensión idónea en casa fragmento, con un vocabulario sobre la temática extenso sin resultar repetitivo.

Resulta escalofriante, cuando menos, todos los detalles minuciosos que esta sevillana aporta sobre los diferentes rituales, sobre los crudos sucesos ocurridos en esas mazmorras, en esas salas de tortura. Resulta, desde luego, inquietante.


martes, 24 de noviembre de 2015

#CINE: Ocho apellidos catalanes, el juego de los tópicos // **1/2



Estaba servida en bandeja de plástico recubierta de papel de plata. Y es que la productora de la película "Ocho apellidos vascos" sería una ilusa de no aprovechar el insólito tirón de la primera entrega, muy bien acogida por el público en general, que aboga por el cine español, rompiendo récords y reventando las taquillas del país. Una lástima que, en ocasiones, la búsqueda del beneficio económico deje a un lado la calidad de la comedia que aquí nos concierne.

Si la comedia sobre el andaluz y la vasca que se enamoran traía tras de sí un halo de frescura, buen humor y enriquecida por la cantidad de posibilidades que la cultura de las diferentes autonomías (y nacionalismos) nos otorga, esta segunda parte, ambientada en Cataluña, parece no haber conseguido ser tan hábil y atractiva.

Pero, ¿qué falla?

El reparto sigue siendo el mismo: Dani Rovira vuelve a hacer esfuerzos como actor sin lograr quitarse del todo el lastre de monologuista, Clara Lago juega su rol de chica vasca sin deslumbrar... pero Carmen Machi y Karra Elejalde siguen siendo los naturales, los imprescindibles, y los que se convierten en la parte más divertida (sino la única) de este film controvertido y un tanto acuchillante.Contamos también con Berto Romero, con una barba postiza porque tal vez el presupuesto no permitía que el humorista esperase unos días a que le creciera natural, y su abuela, Rosa María Sardá, a la que podemos considerar otro de los platos fuertes.

El primer fallo llega a los primeros minutos y se repite consecuentemente: el guion. Es torpe, poco hábil, metido a calzador y con situaciones cómicas muy forzadas que chirrían. Se busca el humor a toda cosa y, aunque en ocasiones lo consigue, creo que cualquier espectador se dará cuenta de que no es eso lo que ha ido a ver a la sala de cine.

Si en su predecesora los tópicos de vascos y andaluces son divertidos y con buena fe, parece que la figura de los catalanes se ha parodiado con algo de mala voluntad y, por qué no, mala leche. Ahonda la película en el conflicto de la independencia de cataluña con frivolidad, sin mostrarse comprometida. No es el momento de pensar, es el momento de creerse que el espectador se conformará con tres chistes y poco más. Pero eso no siempre funciona, y menos si hablamos de cine español (que sin duda es más criticado que el americano).

Los gallegos estamos de suerte, también tenemos nuestro momento de gloria al aparecer una gallega de Cangas de Morrazo, haciendo alarde de nuestro carácter inseguro, modosito y un acento desproporcionado. Uno de los momentos más graciosos y tiernos de la película.

Pero lo peor, lo que se cae a trozos, es el final. Ese final que se alarga más de media hora, plagado de tópicos, que gira entorno a una boda (¡otra boda! parece que no saben idear nada fuera de ese suceso que hace tiempo dejó de ser trascendental), la aparición absurda de las fuerzas de seguridad y una serie de giros argumentales que carecen de sentido alguno y buscan la comicidad rápida y sencilla.

Diré que me he entretenido durante la hora y pico que duró la proyección, que había un ambiente tranquilo en la sala de cine y que los espectadores, sin quedar maravillados, se han entretenido. De eso se trata el séptimo arte, aunque no puedo evitar pensar que todo el equipo que hay detrás de "Ocho apellidos catalanes" pudo haberlo hecho mucho mejor, pero no quiso invertir esfuerzos en ello.

viernes, 20 de noviembre de 2015

PRESENTACIÓN DE MARAFARIÑA


Los nervios estaban ahí, y no me abandonaron. Pero tal vez fueron lo que me dio tanta fuerza y tanta energía. Y la sonrisa y el buen humor, que siempre son un ingrediente fundamental en cualquier momento de la vida, para aflojar tensiones y crear un ambiente radiante, cálido y cercano.

Como mencioné en algún punto de la presentación, jamás creí que sería capaz y podría lanzarme a hablar de Marafariña ante un grupo de gente, con mi cara, mi nombre y mi todo... sin miedo, sino con valentía y un coraje que creo que la propia Marafariña me infundió en todo momento. O tal vez era la imperiosa necesidad de acercar mis letras a otros lectores, o simplemente hablar de ella, o simplemente... creo que fue mi corazón quién tomó las riendas de la charla.


Tengo que agradecer a Cristina Carracedo, amiga mía, muy amiga mía, desde hace incontables años, y a la Biblioteca de Carballo, mi pueblo natal, por haberme ayudado y haberme dado la oportunidad de presentar 'Marafariña' en un entorno de lujo, en una sala muy bien acondicionada y haberme publicitado incansablemente por las Redes Sociales a su disposición. 


Formamos un pequeño grupo, de amigos, de desconocidos que ahora son amigos, de vecinos de los alrededores, de personas inquietas que acudieron para entrar en Marafariña. Y me alegra que así haya sido de verdad. Porque poder compartir todo esto, durante unos minutos, con un auditorio tan amable, cordial y cariñoso, ha sido para mí una experiencia irrepetible, tibia como el sol del verano cálido, como la melodía hipnotizante y fresca de esa espesura que tanto me ha inspirado.



Muchísimas gracias a todos los que habéis asistido, os lo agradezco con el corazón lleno y las manos abiertas. Gracias a todos los que habéis estado conmigo, los que me habéis apoyado y los que habéis creído en mí. Gracias a la gente del pasado que ha vuelto a darme un abrazo y una sonrisa a tiempo. Gracias a aquellos que no me conocíais, pero que habéis confiado en mi historia. Gracias a todas y cada una de esas personitas que ayer compartieron conmigo un momento inolvidable, muy importante para mí, para Marafariña, para mi vida entera.

Vídeo de la presentación
Fotografías de la presentación
Enlace a la prensa

lunes, 16 de noviembre de 2015

#COLUMNA-OPINIÓN: Los árboles también (tampoco) son grises






Ni lloran. Ni viven. Porque alguien o algo ha roto sus raíces.
Y ya no tocan la tierra, ni la miman ni la acarician.
Tal y como las almas mustias a las que no les queda nada,
esas que se desmiembran de dolor sin la mínima esperanza.

Hoy los latidos se han apagado, para no volver a latir.





Una incógnita la ausencia de color... Que no es vacío.
Que es peor.





Efímero.

viernes, 13 de noviembre de 2015

#COLUMNA-OPINIÓN: Las horas no mueren



Creo que el tiempo es algo que le obsesiona a prácticamente cualquier ser humano. Y, si no es obsesión, al menos una parte de ese mismo tiempo está dedicado a pensar en el tiempo, más en el futuro que en el pasado y pocas veces en el presente más inminente que, a cada segundo, se va quedando atrás.

Desde mis más tiernos años es algo a lo que le he intentado buscar lógica y sentido. Teniendo en cuenta que durante gran parte de mi vida fui una persona cuyo espíritu estaba dedicado a una creencia religiosa que abogaba incansable por la eternidad en un paraíso, no me dejaba vencer por el desasosiego porque la esperanza real lo aplacaba. Sin embargo estaba ahí. Quizás por eso leía libros, quizás por eso me daba tantísimo miedo la muerte y la enfermedad (esta última la he vivido muy de cerca siempre), quizás por eso me torturaba tanto, cuando era una cría en edad de no preocuparse por nada.

A medida que fui creciendo, el paso del tiempo se fue haciendo más real y, al mismo tiempo, iba perdiéndole el miedo. Mi fe era más fuerte y más implacable, la frescura de la juvenil adolescencia me tenía más ocupada en temas amorosos que en cualquier otro asunto. Pero, de repente, no sé en qué punto exacto, mi presente da un giro y esa esperanza de vida eterna se vuelca y cae, desmoronándose a mis pies, irradiando una luz falsa. Demasiado pronto me doy de bruces con la más absoluta verdad: todas las horas mueren.

La vejez es algo que siempre me ha apasionado. El vivir con mi abuela materna en casa, además, me ha mantenido muy unida a esa edad tan finita y tan especial, plagada de sabiduría y de vivencias, con la mirada calmada y sosegada, casi contemplativa, que yo observaba con curiosidad y anhelo. Quería sentir esa misma paz y hacerla mía. Y cuando le preguntaba a mí abuela cómo conseguirlo, me sonreía y reinaba el silencio.

Fruto de esto, y de Marafariña, es "Todas las horas mueren". Si bien es cierto es la segunda no está relacionada con la primera, las raíces son el mismo lugar y una no podría vivir sin la otra. Frente a la juventud vital de Ruth y Olga, está la anciana protagonista de esta obra, Olivia, que se trata de un personaje que lleva muchísimo tiempo incubando y creciendo en mi interior. Me ha fascinado hacerla vivir y enseñarle a morir. Me ha fascinado hacerla infeliz y colmarla de deseos de encontrar la alegría.

Para mí ha sido un aprendizaje interior y un desahogo brutal plasmar esta novela, a la que guardo un cariño infinito y la que he releído infinidad de ocasiones durante estos meses. Porque me alivia, me cura, y me hace jugar a que soy valiente.

Todavía falta un poco de tiempo para que vosotros podáis leer "Todas las horas mueren" que, espero disfrutéis y viváis enormemente. 

Pero, mientras tanto, os contaré un secreto: No es cierto que todas las horas mueran.


lunes, 9 de noviembre de 2015

#LITERATURA: Bajo los tilos, a la sombra del pasado // ***1/2



Es la primera novela de María José Moreno que tengo el gusto de leer. Y digo gusto con sinceridad, no como mero formalismo, porque siempre es todo un placer descubrir una escritora nueva, con tal habilidad de sumergir al lector en una historia real y cercana, y dura, de estas que cada uno de nosotros ha podido vivir en sus propias carnes.

"Es el destino el que nos señala el camino por el que debemos transitar; unas veces con tristeza y desesperación, y otras con esperanza y alegría"

No es literatura costumbrista propiamente dicha, porque estaba bastante alejada de ese reflejo casi radiográfico de la vida cotidiana, pero sí que se acerca bastante. La protagonista, María, es una mujer embarazada y felizmente casada que se topa de bruces con la repentina y trágica muerte de su madre, Elena, que fallece en medio de un vuelo aéreo dirección a Nueva York, del que nadie parecía saber el motivo... ¿Huía? ¿Escapaba? ¿Buscaba algo?

Con esta premisa arranca la trama de la historia-busca-historia, sobre la investigación personal de María, con la ayuda de un compañero de trabajo, para desvelar los detalles de cuáles eran las intenciones de su madre. Tan sólo cuenta con una postal inconclusa y sin datos a los que atenerse. Mientras más ahonda en el pasado de su familia, más se ensombrece el presente difícil al que tiene que enfrentarse.

"La capacidad de supervivencia que tenemos ante tamaña acumulación de conflictos, de los que conseguimos emerger como si no hubiera acontecido nada"

Me ha recordado a la novela de Ana Medrano, "Y en nosotros nuestros muertos", en el que la protagonista, Nena, inicia una investigación para esclarecer la fatídica muerte de su padre. Son argumentos jugosos que, sin necesidad de tratarse de una novela policíaca, estrujan el jugo suficiente de una obra de suspense y misterio, con tintes más cercanos al lector, y huyendo de los tópico bajo la etiqueta de anti heroína (o madre común). Casi podría clasificarse como un género nuevo e innovador.

La literatura de María José Moreno es íntima, familiar, cercana y ágil de leer. También es hermosa su narrativa, suave como la brisa y cálida como los rayos del sol otoñales. Desde luego que se disfruta, se deleita y, además, se vive.

"¿Qué sabemos de nuestros padres? Solo lo que nos cuentan"

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viernes, 6 de noviembre de 2015

#COLUMNA-OPINIÓN: Un millón de años (Riazor)




"En media noche en el acantilado, Yo llego tarde tú estás esperando Ya frente a las olas imaginando Cómo sería dar el salto 
Hoy hace más de un millón de años nadamos en las playas de Riazor. Agosto de calor, septiembre de tormenta..."

Los pedazo del tiempo, tan inescrutables, parecen una verdadera tortura sin precedentes. La existencia misma es dura, pero si le sumamos el tiempo, el fin, el adiós, la distancia, se convierte en algo que puede ser difícilmente soportable. Tanto que, sin lugar a dudas, muchos terminan dejándose ir, tal y como las olas que mueren a día a día en playas. Playas bellas, playas llenas de vida, pero playas llenas de fin.

Es necesario tener algo a lo que aferrarse cuando sucede algo que duele, porque siempre termina siendo así. En mi caso, son las letras y la música a lo que recurro, son un bálsamo poderoso, tibio, latente. Me alivia, tal vez porque me alejan de la realidad, o a lo mejor es que soy una cobarde. Pero da igual lo que suceda, porque aunque me entristezca escribir, me siento feliz cuando lo hago, cuando lo consigo, cuando creo esa "vida" en las historias.

"Dos meses antes de que aparecieran Aquellas manchas de marea negra entre tu corazón y mi cabeza 
¿Qué ha sido de ti?, ¿De aquella canción? De las horas muertas en tu habitación ¿Quién dijo que no perdería el control Cuando iba a camino de la destrucción?"

Escuchando la canción que cito de Amaral, Riazor, he pensado en Marafariña y en las largas horas de reflexión para escribir el Libro Segundo. Me ha parecido que la letra, el trasfondo, la melodía, encajan perfectamente con lo que puede sentir Ruth ahora, en su presente tan negro, como esas olas, tan rugiente como esa marea. Y los recuerdos, que son agujas frías en su alma.  

Y al pensar en Ruth, también pienso en mí misma. Porque ella sin mí no sería, pero yo sin ella tampoco. Y la necesito, desde luego que sí.


"Hoy vuelve a soplar ese viento del mar 

Que nubla la mente y la vista 
Prefiero saltar de una vez sin mirar 
Y quiero que tú me sigas, y quiero que tú me sigas"


Hoy el mundo ha perdido a alguien muy especial. Y pienso en el mar, y en esta canción, y en los sentimientos del decir adiós. Es tan bello y tan difícil, y también lo que nos hace ser cómo somos. Por eso, tal vez, quiero aferrarme a la vida como él me enseñó, y sonreír tal y cómo el me enseñó. Me preparó para ser fuerte, y lo estoy siendo. Y aprender a aceptar lo que sucede, aunque duela, es el mejor homenaje que he podido y sabré darte.

Es duro pensarlo, sí. Pero de alguna forma o de otra, hay que hacerlo, porque eso me calma y me serena. Estas últimas horas me rememorado esas largas conversaciones en tu despacho, y en tu sonrisa, y en mis lágrimas. Yo te decía que la vida era horrible, y tú me decías que la vida era maravillosa.

"Siempre fumando como una posesa Buscando vida en otros planetas Obsesionada con ir más allá Para alcanzar la emoción perfecta"


Hasta siempre, crack. Compañero de vida. Gran consejero, mejor hombre y hermosa persona. Mi Ibáñez particular. 




martes, 3 de noviembre de 2015

#LITERATURA: El mundo, contigo. El peregrinaje del amor en una novela romática diferente // ***1/2



Ha sido frívola Joana Arteaga en su última y nueva novela. Nueva en todos los sentidos, porque se quita el traje de la literatura más íntima y desgarradora y luce un vestido de color morado brillante, con unos tacones espectaculares...Y unas ganas terribles de dejarse llevar, al compás de una melodía impuesta por los latidos frenéticos del corazón doblemente enamorado, sin huir de los tópicos, pero con un sello propio y personal. "El mundo, contigo" tiene un carácter fuerte, es extrovertida, es divertida, amena y fresca. 

Frívola he dicho, sí. Espero que mi querida compañera y amiga Joana no se moleste al utilizar este calificativo, pues lo hago con todo el cariño y la mejor intención. A fin de cuentas, he adquirido mi ebook con toda la confianza puesta en una escritora indie que adoro, como persona y como escritora. He de decir que mis expectativas no eran muy altas, ¿qué puede lucir en una novela sobre chica conoce a dos chicos, y uno de ellos es su jefe?

"Tras separarnos del primer beso real que compartimos, el mundo estalló en mil pedazos. Estaba tan a gusto, sentía tanto bienestar en ese momento, que sólo deseaba que se alargara para siempre, convencida como estaba de que no habría modo mejor de pasar los siguientes cien años de mi vida"

Pues poco, podría decirse. Pero no olvidemos que la escritora es una maestra de la literatura, y que su narrativa no decae por mucho que el argumento sea diferente. Digamos que esos dolorosos latidos de "Clávame las uñas en el corazón" se han convertido aquí en otro tipo de bombeo más entusiasma pero igual de sentido. Martina es la flamante protagonista de esta historia, narrada en primera persona, desde una perspectiva muy personal. Se trata de un personaje que se solapa con la escritora, tan iguales y tan diferentes. La histeria femenina y el sosiego, las ansias de encontrar su lugar y de huir de él. Tiene una personalidad muy extraña, en ciertos momentos hasta irritable... pero es adorable. El lector se meterá en sus entrañas en seguida, y sufrirá, se reirá y amará con ella. Y también tendrá ganas de zarandearla con fuerza para ordenar el caos de sus pensamientos.

Un precipitado viaje de negocios con su jefe, Saul J. Coleman con muy buenos resultados profesionales, es el detonante para que Martina y él comienzan una relación que baila entre lo profesional, la amistad y el más tierno cariño que deja a nuestra protagonista en una tesitura que no sabe definir. Pero, para más inri, la figura de Marie (original nombre femenino para el otro hombre que tantea el corazón de Martina), pulula por sus pensamientos como una corriente de aire fresco. Como dos extremos de una cuerda anudada a sus muñecas, Martina no sabe si resistir sus impulsos o dejarse llevar.

"Mi vida no es sólo caótica, sino que con todo el tiempo del mundo a mi disposición, sólo he logrado armarme aún más lío en la cabeza con respecto a todo. ¿Quién diría que tener tiempo para pensar era más perjudicial que beneficioso para líos mentales en fase creciente? Pues es así, y es horrible"

Cabe señalar que se trata de una joven solitaria. Vive sola, sus padres están lejos y poca relación guarda con ellos. Su grupo de amigas, aunque parece ser importante para ella, no es algo en lo que se involucre demasiado. Da la impresión, de hecho, que se encuentra un tanto fuera de lugar. Eso ayuda mucho a sentirse muy identificada con ella, ¿o caso no estamos todos un poco lejos de los demás?

"No tengo ni idea de cómo va a afectar este encuentro a mi vida futura, lo que sí sé es que ahora mismo sólo deseo hacerme muy pequeñita, meterme en la cama y desaparecer para siempre"

Creo que Joana Arteaga ha sido muy valiente al publicar esta novela, rompiendo estigmas del género y aportando algo nuevo. Y aunque no sea una obra predilecta para mí, he de reconocer que supera a prácticamente las demás lecturas románticas que he leído en los últimos meses. Me ha recordado, por cierto, a la famosa trilogía animal de Katherine Pancol que disfruté bastante en su momento.

Sí, la recomiendo. Es una lectura ligera pero de calidad, fresca. Además, os permitirá conocer a esta camaleónica y excelente autora que, desde luego, no os defraudará. 

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#COLUMNA-OPINIÓN: El tiempo de las cerezas nunca llega en noviembre




"No te preocupes por mi soy como los gatos 
y caigo de pie.. y no me duele cuando me hacen daño"

A golpe de Bunbury siempre es una buena manera de empezar noviembre, casi un mes anodino y extraño, donde nada empieza pero todo continúa. Tal vez el tiempo se pare entre estos treinta días marcados por el vacío, por no destacar, y porque todavía no es invierno pero tampoco reina el otoño. Pero no estamos aquí para hablar del tiempo.

Las decisiones siempre son algo que nos llega de imprevisto. En muchas ocasiones, las demoramos hasta que escoger una opción u otra es precipitado. Otras muchas, aparecen sin avisar, como el agua al cuello, y no sabemos si dejarnos asfixiar o seguir nadando. Qué extraña y qué maravillosa puede llegar a ser la conducta que tomamos en estas situaciones, sacando lo mejor y lo peor de nosotros mismos. No nos queda otra, entonces, que patalear en el agua helada, porque la ansias de seguir viviendo son lo más fuerte que tenemos. Y no sólo por los años, sino por el anhelo de experiencias, que es la peor de las drogas que reclama nuestro organismo más espiritual.

Sí, es noviembre de nuevo, pero no llegarán las cerezas todavía. Y mientras trabajo y vivo en el mundo real, me gusta soñar que escribo muy lejos de esto (aunque no quiero alejarme demasiado). Porque por las tardes, en las que las obligaciones me lo permiten, me siento y vuelvo a ser mis personajes y ya no soy yo. Y eso me hace feliz, siempre me ha ayudado a levantarme y a que mi alma brille en su plenitud. No he conocido otra forma mejor de conocerme a mí misma, y de perdonarme por cómo llegué a ser, o cómo llegaré a ser.

Lo cierto es que ahora tengo muchos frentes abiertos, algunos me dan miedo y son oscuros, otros son grises y otros blancos. De eso se trata la vida, de eso se trata hacerse mayor. Tengo miedo, y desisto, pero soy valiente y peleo. Aunque me gustaría tomar el camino más corto, el fácil, temo arrepentirme. Así que tomo acuestas una pesada mochila, en la que el pasado casi no tiene cabida, y echo a caminar por esa senda interminable y arenosa, rodeada de verdes prados y frondosos bosques. ¿Tal vez alguno sea Marafariña?

Y hablando, escribiendo, de Marafariña otra vez. Porque está siempre en mis pensamientos de forma irremediable. ¿Y no es bonito, acaso, amar algo tan propio, tan mío? Sí, lo es.

Otro proyecto, precioso y diferente, me tiene absorta e ilusionada. Y sin embargo, no puedo dejar de decicar un puñado de minutos, de horas, a mi primera obra y a su continuación. Y mientras escribo esto, no puedo dejar de pensar en Olga, tumbada sobre una cama de un hostal cualquiera, tan torturada como siempre y más resulta que nunca a apretar los dientes y a perseguir lo que ama. Y en los auriculares adheridos a sus oídos, suena la espectacular voz de Bunbury, como en los míos, cantando sobre noviembre. Otra vez.

"Es momento de ir, yéndose poco a poco el tiempo de las cerezas nunca llega en noviembre no me apetece escribir, hay otras formas de huir y estar loco por solo..solo por loco"

martes, 27 de octubre de 2015

#CINE: Marsella, un viaje con el viento a favor // ****



Belén Macías, directora orgullosa de 'Marsella' es más conocida por sus trabajos en Televisión que en la gran pantalla. Pero lo que resulta innegable es que lo costumbrista, lo íntimo, lo realista, es lo suyo, y se siente cómoda entre personajes de verdad, de los que te cruzas por la calle, y que cuentan historias tan profundas y desgarradoras que la respiración se paraliza durante minutos infinitos.

Bajo esa premisa, comienza 'Marsella', un drama, o una historia esperanzadora, protagonizada por Sara (la flamante María León), que recupera a su hija dada en acogida después de haberla perdido por sus problema con el alcohol. La niña, o mujercita, Claire, acompaña a su madre biológica en un repentino viaje a Marsella para conocer a su padre, que las abandonó antes de que ella naciera. Durante este trayecto, que responde al formato de 'Road-Film', se tropiezan con Virginia, la madre adoptiva de Claire, que por diversas circunstancias las acompañará hasta el final de su camino.

Con fuerte crítica social, o más bien, compromiso socio-político, el film nos muestra una realidad devastadora, acerca de la pérdida de oportunidades y las ansias de recuperarlas. Sara, a la que la vida le ha negado la amabilidad, ha luchado por alejarse de su adicción al alcohol y busca encontrar la serenidad, empezar un nuevo camino con su hija. Pero su familia no parece el entorno más propicio para ello, y en seguida se muestra un pasado oscuro y un presente desestructurado. Sara se encuentra sola y perdida. Anhela proteger y cuidar a Claire, pero nadie parece dispuesto a ayudarle a hacerlo.

Por otra parte, Virginia se muestra rota al entregar a la hija que ha criado como propia, y no puede evitar buscar las flaquezas en la madre biológica para recuperarla. Una mujer asentada, con una posición económica destacable, buena presencia, un matrimonio envidiable y un carácter cálido, parecen ser todo lo que necesita cualquier niña para ser feliz y progresar en la sociedad. 

¿Qué es, entonces, lo justo para Claire? Podría decirse que Virginia es egoísta por querer privar a la niña de la vida con su madre 'de verdad'; o podría pensarse que es Sara la egocéntrica al alejar a Claire de una vida llena de comodidades y de lujos.

Pero Claire, una niña despierta y serena, no parece dispuesta a elegir. Ella toma la mano de ambas, llama mamá a ambas, y confía en ambas. No hay etiquetas, no hay crítica, no hay nada que juzgar. Tal vez deberíamos aprender más de los niños.

lunes, 26 de octubre de 2015

#COLUMNA-OPINIÓN: 23 de octubre, Marafariña en KindleFlash


El que Marafariña haya sido seleccionada para participar en la conocida promoción de KindleFlash me ha permitido vivir una experiencia única que, de otra manera, tan sólo habría sido un sueño inalcanzable. Muchos me habéis preguntado cómo funciona eso de KindleFlash y cómo se consigue que te seleccionen. Realmente, no conozco los entresijos de esta promoción, pero os diré todo lo que sé.

¿Cómo seleccionaron Marafariña para KindleFlash?

A las dos semanas de subir mi libro a Amazon me llegó un correo en inglés de KDP Selection (hay que tener el libro inscrito en este programa, lo que otorga a esta plataforma la exclusividad del libro) en el que se me pedía autorizarlos a realizar promociones con mi título. Por supuesto, yo no tenía nada que perder, así que contesté afirmativamente.

¿En qué consiste KindleFlash?

Dos meses antes de la promoción apareció otro correo electrónico en mi bandeja de entrada indicándome que Marafariña formaría parte del programa de KindleFlash el día 23 de octubre en todo el mundo. El título estaría disponible con un descuento del 80% y me decía que hiciera promoción en mis Redes Sociales para llegar a la mayor parte de los lectores.

Necesitaba un empuje para Marafariña, porque las ventas se habían estancado o incluso desaparecido en períodos relativamente largos, así que la promoción me parecía una ocasión para reavivar el fuego. Suponía que lograría vender algún ebook, pero no sabía la magnitud que la promoción podía tener.

¿Funcionó la promoción de KindleFlash?

Como muchos sabréis, Marafariña osciló muchas semanas en las primeras posiciones de Ficción religiosa y espiritual y, unos pocos días, en las últimas posiciones de Ficción Contemporánea. En total, hasta la fecha, desde junio hasta octubre de 2015 habría alcanzado a vender un total de 150 ebooks, con mucho esfuerzo y mucha constancia. 

Para ilustraros el alcance de la promoción os dejo unas capturas de pantalla:

Este fue el ranking obtenido al finalizar el día de la promoción. Marafariña entró, insólitamente, en el TOP100 de Pagados en Tienda Kindle, se mantiene de nº1 en Ficción religiosa y espiritual y de nº3 en Ficción Contemporánea.




Este es el gráfico de ventas del último mes. Las ventas oscilaban, como dije, entre 0-1-2 ebooks diarios, sin lograr salir de esa cifra. El día 23 de octubre, se consiguió la nada despreciable cantidad de 125 libros vendidos, casi lo mismo que había conseguido en los últimos cinco meses al completo.



Y llegados a este punto tengo que decir que no habría conseguido nada de no ser por el apoyo que muchos de vosotros habéis mostrado desde las primeras horas de la mañana. Autores consagrados, compañeros de letras, amigos y conocidos, todos maravillosos, cariñosos y atentos, habéis compartido la promoción hasta la saciedad, lo que ha sido, sin lugar a dudas, lo que me ha hecho conseguir vivir tan intensamente esas 24 horas teniendo a mi pequeña Marafariña bailando entre los grandes... y, lo que es más importante, llegar a cualquier lector que quiera entrar en esta mágica aldea y descubrir la historia que se esconde tras su verde espesura.

Gracias, de todo corazón por vuestro apoyo. Os debo tanto... y espero devolvéroslo con mis letras.